viernes, 23 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

 28 DE ENERO DE 1817

-Nunca descansas, hija-observa mi padre. 
                     Nos encontramos en el salón. Fuera, ha empezado a llover, pero se trata de una lluvia suave. 
                    Me siento en el suelo, sobre la alfombra, ante la chimenea. El fuego está encendido. Un agradable calorcillo inunda el salón. Pero me he puesto mi chal de lana de color azul sobre los hombros. Tengo frío. 
                     Mi padre lo achaca al tiempo que he pasado fuera de casa. A las noches en vela que he pasado cuidando de Becky. 
                       Mi padre se abstiene de criticar a mi mejor amiga. Pero sé lo que está pensando. Lo adivino. 
                        Piensa que Becky es una zorra. Yo no debería de relacionarme con la manceba de un aristócrata. Aunque sea un aristócrata de orígenes dudosos. Como lo es Alec Knight. 
-Becky se está recuperando, papá-le cuento. 
                       Pero no es suficiente. Yo no sé lo que va a pasar. 
                       Tengo miedo de que Becky se entere de que Mikhail no está intentando regresar a San Petersburgo. Tengo miedo de que Becky descubra que Mikhail está en Londres buscando a Alec para matarle. No lo soportaría. 
                        Mi mejor amiga está ciega de amor por ese canalla. ¡Dios me libre de pasar por semejante calvario!
                        Creo que no lo resistiría. 
-¿Y quién se ha quedado con ella?-me pregunta mi padre. 
-Los Knight han tenido un bonito detalle con ella-respondo-Lady Miranda ha ido a visitarla. He oído que lady Miranda es pariente nuestra. Aunque no recuerdo en qué grado. ¿Es eso cierto? 
-Me parece que es la hija bastarda de un primo mío. Su madre era una actriz. 
-Entiendo. 



-Nunca hemos hablado con lady Miranda de nuestro parentesco. Supongo que es lo mejor. No conviene remover el pasado.
-Pero el pasado siempre está ahí, papá.
-Se puede evitar. No se habla. No existe.
-Puede que tengas razón.
                        En el fondo, pienso que mi padre se equivoca.
                        El pasado está ahí. Puede salir a la luz de un momento a otro. Y, al final, sale a la luz. No se puede tapar el Sol con un dedo.
                        Me interesa saber más cosas acerca de lady Miranda. De algún modo, somos primas. ¿No es así? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario