miércoles, 14 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

26 DE ENERO DE 1817

-Dime lo que sientes-me pide Mikhail-Tengo la sensación de que todo esto que está pasando va demasiado deprisa. ¿No crees? 
-A mí me pasa lo mismo-contesto-Es todo esto una locura. ¡Una locura! 
                     Salimos a jardín a tomar el fresco. La fiebre continua bajándole a Becky.
                     La hemos dejado durmiendo en su habitación. Su doncella está con ella. Hace ya dos días que no voy a mi casa a dormir. 
-No sé qué pasará cuando Piers regrese a Douglas-digo-La verdad es que no me importa mucho que él regrese. Hay otras mujeres. Pero eso ya no me importa. 
                    No me he enamorado de Mikhail por un sentimiento de venganza hacia Piers. 
                    Me he enamorado de Mikhail porque ha surgido. Aunque yo intente reprimir mis sentimientos por él, es imposible. 
                    No sé lo que va a pasar entre nosotros a continuación. Yo sigo siendo la prometida de Piers. Y, hasta donde yo sé, Mikhail es un hombre libre. No hay ninguna mujer esperándole en San Petersburgo. Y mi prometido puede regresar a Douglas en cualquier momento. Sin embargo, todo eso me importa muy poco en estos momentos. Sólo quiero disfrutar del momento con Mikhail. 
-Me gustaría llevarte conmigo a San Petersburgo-me confiesa. 
-¿Cuándo piensas regresar allí?-le pregunto. 
                       Mikhail se encoge de hombros. No sabe cuándo va a regresar a San Petersburgo. Y, para ser sincera conmigo misma, no quiero que regrese. 
                       Nos sentamos en el hierba. Está fresca por el rocío de la mañana. 
                      Mikail me coge la mano. Me la besa con fervor. 
-No sé si podré regresar allí-responde. 
-¿Por qué dices eso?-quiero saber. 
-Ocurrieron ciertas cosas bastante desagradables allí. Me temo que no podré regresar nunca. 
                     Recuerdo lo que me comentó Becky hace algunas semanas. 
                     Puede que Mikhail esté metido en un buen lío. 
                     Sospecho que a Mikhail no le gusta hablar de ciertas cosas. Y yo respeto su silencio. No quiero que se sienta incómodo por mi culpa. Se ha creado un vínculo entre nosotros que no sabría cómo definir. 
-Mataré a ese cabrón-me confiesa. 
                     Me sobresalto. Sé de quién está hablando. Se refiere a Alec Knight. 
                    Se ha vuelto loco. Pero la enfermedad de Becky ha sido demasiado para él. 
-Si lo matas, irás a la cárcel-le recuerdo. 
                     Mikhail me confiesa que eso le da igual. Alec tiene que pagar por el daño que le ha causado a Becky. 
                    No le importa el tener que ir a la cárcel. Sólo quiere vengar a su prima. 
                   Me es inútil intentar disuadirle de que no lo haga. Trato de hacerle reflexionar. Pero es inútil. Alec Knight tiene que pagar por haber deshonrado a Becky. Por todo el daño que le está ocasionando. Y, en cierto modo, apoyo a Mikhail en ese aspecto. 
-Viajaré a Londres y le desafiaré a un duelo-me explica-Aunque acabe en la cárcel. Alguien tiene que vengar a Becky. 
-Pero no sabes dónde está-le hago ver. 
-Tengo una ligera idea de los lugares por los que suele moverse. 
-¿Has pensado en que eso destrozará a Becky? 
                   Mikhail me besa en la mejilla. 
                  Entiende que Becky le odiará cuando él mate a Alec. Pero, a la larga, su prima le estará agradecida. Se habrá quitado un gran peso de encima. 
-Mi prima verá que lo estoy haciendo por su bien-me explica-Ese hombre ha sido su ruina. Becky lo sabe. 
-Por desgracia, está enamorada de él-me lamento. 
                   Mikhail asiente con gesto serio. Me asegura que Becky, en realidad, no está enamorada de Alec. Tan sólo está obsesionada con él. La obsesión no es lo mismo que el amor. 
                   Me inclino a darle la razón. Becky no hace otra cosa que no sea pensar en Alec. Todo lo que hace lo hace por él. Le pregunto a Mikhail cuándo partirá. 
-Pienso irme mañana mismo-me responde-Le diré a Becky que intentaré regresar a San Petersburgo de incógnito. Pero regresaré en unos días. Entonces, le diré que mi plan ha fracasado y he tenido que regresar. 
                   Le doy un fuerte abrazo. 
                  Apoyo mi cabeza en su hombro. Mikhail me besa en la frente. Me llena de besos la cara. 
                  Acabamos fundiéndonos en un beso cargado de pasión. No siento asco alguno cuando Mikhail introduce su lengua en el interior de mi boca. Quiere apoderarse de mi sabor, pienso con deleite. 



                        Nos separamos apenas unos centímetros.
-Todo esto que está pasando me parece una locura-me sincero.
-La vida está hecha para hacer locuras, Parthenia-afirma Mikhail.
-¿Qué vas a hacer cuando mates a Alec?
-Regresaré aquí.
-¡Podrían descubrirte!
-Correré ese riesgo. No quiero separarme nunca de ti, Parthenia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario