jueves, 20 de marzo de 2014

HOMENAJE A PACO DE LUCÍA

Hola a todos.
La entrada de hoy está dedicada a un auténtico genio del flamenco.
Se trata del incomparable Paco de Lucía.
Su guitarra y su modo de tocarla ha cautivado a muchos de nosotros a lo largo de los últimos cuarenta años.
Había algo mágico en aquellos rasgueos. En aquellas melodías que sólo él sabía tocar.
Todos recordamos porque la hemos oído un tema tan legendario como Entre dos aguas. 
Paco de Lucía era todo un maestro. Muchos guitarristas se han inspirado en él. Muchos han sido y son los que quieren seguir sus pasos.
Y, junto con gran Camarón de la Isla, dos monstruos de la música que se juntaron y nos regalaron la inmortal La Leyenda del Tiempo. 
Ahora, aunque Paco se haya ido, aunque Camarón hace ya mucho que nos dejó, los dos siguen vivos. Porque nos han dejado su música para que les recordemos. Porque están grabados a fuego en nuestra mente.
Siguen viviendo en nuestra mente.
A Paco...A Camarón...¡Gracias por todo!


El vídeo que os dejo es del tema Como el agua. 
¡Os invito a que lo disfrutéis!

martes, 18 de marzo de 2014

LA LUCHA CONTINUA

Hola a todos.
Aunque sea un poco tarde, me gustaria usar este blog para rendir tributo a las mujeres.
Aparco un poco el diario de lady Parthenia Westland porque esto es mucho más importante. Es algo que me concierne como mujer. Y que debería de concernir a todas las mujeres del mundo. Sin distinción de raza, condición social o país de origen.
El pasado día 8 se celebró el Día de la Mujer Trabajadora.
Sin embargo, la lucha no se reduce a un sólo día. No se puede reivindicar los derechos de la mujer un sólo día al año.
Todavía queda mucho que hacer. Hay mucho territorio que conquistar.
La igualdad se empieza en casa. Cambiando la mentalidad. No sólo de los hombres, sino también de muchas mujeres.
Los anuncios son cada vez más machistas, aún estando en el año 2014. ¿Por qué todos los anuncios de comidas aparece una mujer cocinando? ¿O por qué cuando se anuncian determinadas galletas o bollos aparece la típica mamá complaciente cuidando de su niño? ¿Dónde está el hombre cocinando? ¿Dónde está el padre de ese niño?
Todavía sigue habiendo familias, no sólo en Oriente, sino en lugares más occidentales, más europeos, que culpan a la mujer de los malos tratos que sufren o de haber sido violada. No hablamos de países extranjeros, sino de países más cercanos a nosotros.
La mujer ha sido considerada durante mucho tiempo la esclava del hogar. Esposa abnegada que debía de aguantar cuernos y malos tratos por parte del marido. Consagrada únicamente a ser una coneja pariendo y criando niños. Sin poder trabajar. Sin poder pensar por sí misma. Teniendo que pedir permiso hasta para respirar. Sin ser dueña de su cuerpo ni de sus propias decisiones.
Y no hasta no hacía nada que esto pasaba aquí, en nuestro país.
Falta mucho por conquistar. La igualdad en el salario...En las condiciones laborales...En la sociedad...Y la lucha no puede reducirse a un sólo día.
La lucha ha de durar todo un año, o dos, o tres. Cuando hayamos conseguido la igualdad en todos los ámbitos.
HOMBRE Y MUJER SON IGUALES ANTE TODO.
ANTE DIOS...ANTE LA LEY...
ANTE LOS OJOS DE LA SOCIEDAD...
Pensemos en esto.

Emmeline Pankhurst, una de las pioneras del Movimiento Sufragista en la Inglaterra de finales del siglo XIX.

Incluso, a día de hoy, hay países en los que una mujer no puede votar.

viernes, 7 de marzo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

19 DE ENERO DE 1817

-Has dejado impresionado a mi primo Misha-me comenta Becky cuando viene a verme-No hace otra cosa más que hablar de ti. Desea hacerse amigo tuyo. 
                 Estamos sentadas en el sofá. 
                 Mi padre está sentado en el sillón leyendo The Times. De pronto, aparta la vista del periódico. 
-¿Quién es ese tal Misha?-quiere saber. 
-Es mi primo, Excelencia-contesta Becky-El Príncipe Mikhail Kurkov...
-Ese nombre es ruso. 
-Mi primo es el hijo de mi tía Sophia, la que se casó con un aristócrata ruso. Está pasando una temporada conmigo. 
                  Noto cómo mi corazón empieza a latirme muy deprisa. No hace ni veinticuatro horas que eché aquella carta a Piers. 
                   Ignoro si le hará caso a las líneas que hay escrita en ella. 
-¿Lo dices en serio?-le pregunto a Becky. 
-Deberías tener cuidado, Parthenia-responde mi amiga. 
-Lo sé. Voy a casarme con Piers. No creas que lo he olvidado. 
-No quiero que Misha se haga falsas esperanzas. Es como lord Byron. Muy sensible...
                    Mi padre arquea una ceja. Le oigo decir que lord Byron es un escándalo andante. 
-Tu amiga tiene razón, Parthenia-me aconseja. 
                     Yo creo que los dos están exagerando la situación. Apenas he tenido trato con Mikhail. Pero reconozco que me siento atraída por él. 
-Es un joven muy agradable-le comento a Becky-Me gustaría conocerle mejor. 
                     Es cierto. 
                     No he de ir a buscarle a casa de Becky. No quiero que nadie piense de mí que soy una fresca. Pero es así como lo siento. Creo que no estoy haciendo nada malo. 
-Puedes verle cuando quieras-me invita Becky-Quiere verte. Y hablar contigo. 
-¿Lo dices en serio?-inquiero. 
-Sí...Lo digo en serio. 
-Eres muy amable, amiga. 

jueves, 6 de marzo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

18 DE ENERO DE 1817

                Me siento ante el escritorio de mi habitación. Estoy sola. 
                Contemplo cómo empieza a salir el Sol. Es el inicio de un nuevo día. Intento pensar en lo que debería de decirle a Piers en la carta que le voy a escribir. 
                Pero dejo que sea mi corazón el que hable por mí. Posiblemente, esta carta no le llegue nunca. Nadie me asegura que mi prometido no me haya dado una dirección falsa. Me siento engañada por él. 

                     Querido Piers:

                     Son muchas las dudas que me embargan al escribirte esta carta. No quiero poner en duda tus sentimientos. 
                    Pero son muchos días privada de tu presencia. 
                   Me hablas del amor que sientes por mí en tus cartas. Pero yo no me siento amada por ti. 
                   Recuerdo una y otra vez los rumores que corrieron sobre ti cuando nos conocimos en Londres, la temporada pasada. Decían que tú habías apostado con tus amigos que ibas a conquistarme. A mí, la Reina del Hielo. Ese rumor me duele. 
                  No te imploro que regreses a Douglas. Tan sólo quiero ser honesta contigo. No confío en ti. Hay otras mujeres en tu vida con las que me estás engañando. Y siento que no me lo merezco. No quiero casarme con un hombre que no me ame. 
                 Dirás que te estoy pidiendo demasiado. Es posible, querido Piers, que tengas razón. 
                 Pero soy tu prometida. Soy la mujer con la que te vas a casar. Vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos. Lo menos que puedes hacer por mí es ser sincero conmigo. No te cuesta nada. Regresa a Douglas. Habla conmigo. Dime si puedo confiar en ti. Pero no me digas palabras vacías y frías plasmadas en una hoja de papel. Lo que tengas que decirme, dímelo a la cara. Mirándome a los ojos. 
                  Sé honesto conmigo. Aunque sólo sea por una vez en tu vida. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

17 DE ENERO DE 1817

-¡Me ha mentido!-solloza Becky-¡No puedo creérmelo! ¿Cómo ha podido mentirme? 
-Es posible que se le complicaran las cosas-le aseguro-No llores, amiga. No es bueno que llores. 
-¡Déjame que me desahogue! ¡Estoy destrozada! ¡Es un canalla! ¡Es un bastardo sin corazón! 
                  Voy a visitar a Becky esta tarde a su casa. La encuentro llorando recostada en el sofá. Nada más entrar y verla, entiendo lo que ha pasado. 
                  Ayer, Alec no fue a verla. Entiendo que mi amiga esté destrozada. 
                  Me siento a su lado en el sofá. Intento consolarla, pero no lo consigo. ¿Cómo se puede consolar un corazón destrozado? La abrazo. 
                   Hace mucho tiempo que dejé de llorar por Piers. Cuando sospeché que él nunca me amaba. Entonces, entendí que el amor que sentía por él no era real. Había sido producto de mi imaginación romántica y febril. Desde entonces, sus ausencias pesan menos sobre mi corazón. 
                   Becky apoya su cabeza sobre mi hombro. 
-Misha ha ido a buscar al médico-me cuenta-Piensa que me he puesto enferma. ¡Y estoy enferma de amor! 
                   Le doy un beso en la frente. 
-Te sientes abandonada y traicionada-observo. 
-¿Cómo no te puede doler que Piers pase tanto tiempo lejos de ti?-me pregunta-¡Es que no lo entiendo! 
-Piers no me ama. Yo tampoco le amo. Ahora, lo veo más claro. Debería romper mi compromiso con él en cuanto regrese. Lo malo es que no me dice en sus cartas cuándo regresará. 

martes, 4 de marzo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA


16 DE ENERO DE 1817

                   Mis pasos me llevan hasta el parque que se encuentra en el centro de la ciudad. Me acompaña mi silenciosa dama de compañía. 
                  Está mal que una dama salga a dar un paseo sola, pienso. Pero me aburro. Me paso todo el día encerrada en casa. Becky me ha mandado una nota. Me dice que cree que Alec va a regresar hoy. Se va a quedar en su casa a esperarle. 
                  Hace un Sol espléndido el día de hoy, pese a que estamos en pleno mes de enero. Sin embargo, yo tengo frío. Me gustaría ser capaz de iniciar un tema de conversación con mi dama de compañía. Mis intentos tropiezan contra su muro de silencio. De pronto, veo una figura alta, delgada y masculina que viene corriendo hacia mí. Me llama a gritos por mi nombre. 
-¡Lady Parthenia!-me grita-¡Espere!
                    Reconozco la voz que me está llamando. Y también reconozco, cuando se acerca más a mí, de quién se trata. 
-Alteza...-me sorprendo al verle. 
                    Es el primo de Becky, el Príncipe Mikhail Kurkov. 
-¿Qué está haciendo aquí?-le pregunto. 
-Es un grato placer volver a verla, milady-responde él-Creo que los dos compartimos el mismo deseo. Salir a dar un paseo. 
                    Me coge la mano. Deposita un beso en su dorso. 
-¿Cómo está su prima?-inquirí, preocupada por Becky. 
-Dice que está esperando a que el honorable señor Knight acuda a verla-contesta Mikhail-Se  pasea de un lado a otro de su habitación. No le gustan los peinados que le hace su doncella. Se ha cambiado de vestido, al menos, diez veces. Está muy nerviosa. 
-Hace meses que no se ven. 
-No creo que aparezca. 
                  Detecto cierto matiz pesimista en la voz de Mikhail. Intento no darle demasiada importancia. 
-¿Cómo está usted?-le pregunto. 
-Estoy bien-responde él-Me gusta vivir en esta ciudad. 
-No es tan grande como San Petersburgo. Me temo que es un poco más aburrida. Aunque no la cambiaría por nada del mundo. 
                   Mikhail me sonríe. 
-Adora este lugar-afirma-Lo noto en su timbre de voz. Es una ciudad pequeña. Pero preciosa...
-¿Piensa regresar algún día a San Petersburgo?-indago. 
-Me temo que no lo sé. 
-Pero echará de menos a su familia. A alguna joven que haya dejado allí...
-No lo creo. 
                   Decido que he de callarme. Pienso que estoy hablando más de la cuenta. No quiero que Mikhail piense que soy una cotilla. 
-Le ruego que me disculpe si le he ofendido-me excuso-Usted es primo de mi mejor amiga. Entienda que me preocupe por ella. Lo ha pasado muy mal. 
-No se preocupe, milady-me asegura Mikhail-No me he ofendido. Hace bien en preguntar. 
                    Me vuelve a sonreír. Yo le devuelvo la sonrisa. Pienso que me siento unida a este joven. 
                    No debería de ser así. Voy a casarme con Piers. Mi prometido podría regresar en cualquier momento. 
-¿Y cómo está usted, lady Parthenia?-me pregunta. 
-Yo estoy bien-respondo-He salido a dar un paseo con mi dama de compañía. Y le he visto. 
                     No se trata sólo de una pregunta de cortesía. Sospecho que hay algo más en el tono de su voz. Mi dama de compañía lo percibe. Me mira con las cejas arqueadas y con el ceño fruncido. De pronto, sospecho que estoy haciendo algo que no debo. Entonces, Piers aparece ante mí. 
                    ¿Acaso Piers se acuerda de mí mientras está divirtiéndose en Londres? 
-Me tengo que ir-le anuncio a Mikhail. 
                     Pasa un faetón cerca de donde estamos caminando. Veo pasar a un matrimonio de mediana edad en la acera de enfrente. 
                     Piers puede hacer lo que le dé la gana, pienso con indignación. Pero yo no soy dueña de mis actos. No puedo hacer nada. 
-¿Quiere que la acompañe?-se ofrece-Me pilla de paso. 
                  Sospecho que es mentira. 
-Está bien-acepto-Es usted muy amable. ¡Gracias! 
                  Damos la vuelta. Recuerdo las veces que he caminado al lado de Piers por Hyde Park. Cogida de su brazo y acompañados por mi dama de compañía...
-La noto pensativa-se percata Mikhail. 
                   Oigo las conversaciones de las personas que pasean cerca de nosotros. Las tiendas están abiertas. Puedo ver a los dependientes despachando a sus clientes. 
                   El mundo sigue girando, pienso. Y yo no estoy haciendo nada malo con Mikhail. 
-Estaba pensando en el Sol tan espléndido que hace hoy-miento-¿No cree? 
                   Nos detenemos ante la verja del jardín que rodea mi casa. Mikhail se despide de mí depositando un beso en mi mano. 
                    Contemplo cómo se va alejando poco a poco. Mi dama de compañía no me dice nada. Se me queda mirando con gesto inquisitivo. Le aguanto la mirada como puedo. No entiendo el porqué he de esconderme cuando no estoy haciendo nada malo.