jueves, 24 de julio de 2014

ESCENA ELIMINADA DE MI NOVELA "ME OLVIDÉ DE OLVIDARTE"

Hola a todos.
Hace bastante tiempo que no hago una entrada en este blog.
La entrada de hoy no tiene nada que ver con la historia de lady Parthenia Westland.
Lo que quiero es compartir con vosotros en este blog una escena eliminada de mi novela Me olvidé de olvidarte. 
Esta novela cuenta la llegada de Dillon y Tyler O' Hara a Londres tras haber abandonado San Ezequiel, el pueblo de Texas donde ambos nacieron, crecieron y vivieron junto a sus padres y su hermana menor, Olivia. Las penas de amor han obligado a ambos a abandonar el pueblo y se han establecido en Londres por separado dispuestos a olvidar.
Dillon y Tyler querrán olvidar su pasado con dos mujeres: lady Cordelia y Jane.
Pero no será tan sencillo.

                              Al poco tiempo de casarse, Cordelia y Dillon acudieron a la fiesta que celebró lord Cullen en su casa. Todas las miradas se posaron en Cordelia nada más entrar con Dillon en el salón. Muchas mujeres pensaron que Cordelia era una de las mujeres más hermosas que jamás habían existido en el mundo. Era imposible apartar la vista de ella.
                              Cordelia se sintió orgullosa cuando Dillon le cogió la mano para ayudarla a bajar del carruaje. Lord Cullen vivía cerca del teatro Empire. La temporada de teatro aún no había empezado.
                              Cordelia se sintió orgullosa cuando Dillon y ella entraron en el salón de lord Cullen con ella cogida del brazo de él. Dillon era muy apuesto.
                               El joven se sintió incómodo porque Cordelia no hacía otra cosa más que mirarle con tanta adoración que sintió vergüenza. Porque él no podía mirarla del mismo modo.
-Todas las mujeres que se encuentran aquí me tienen envidia-afirmó Cordelia con tono jactancioso-Estoy con el hombre más gallardo de todo Liverpool. ¡Eres tan alto, Dillon! Me siento muy orgullosa de ti. Vas a acabar convertido en todo un caballero.
-Dell, me temo que esperas mucho de mí-se lamentó el aludido-Y me temo que pueda acabar defraudándote.
-Tú nunca harías eso. Tengo fe en ti, amor mío.
                             Llevaban poco tiempo casados. Antes o después, acabaría enamorándose de ella.
                            Cordelia no se despegó en ningún momento del lado de Dillon, sabedora de que poca gente se acercaría a saludarla.
-Tú me bastas y me sobras-le susurró en un momento dado-Soy feliz cuando estoy contigo. Lo demás, no me importa.
                               Cordelia esbozó una sonrisa que iluminó su bello rostro. Estaba muy bella aquella noche. Se atrevió a besar a Dillon en la mejilla. ¡Delante de lord Cullen y de los invitados! Su atrevimiento en aquellos momentos contrastaba brutalmente con su frialdad en la cama.
                               Cordelia abrió el abanico que llevaba colgando de su muñeca y se abanicó con él.
                               Durante la noche, Dillon y Cordelia aceptaron cada uno un vaso de ponche que les ofreció uno de los criados de lord Cullen. Cordelia sólo tenía ojos para su marido.
-Lo único que quiero es poder estar siempre contigo-le confió.
-Estamos casados, Dell-le recordó Dillon-Sé lo que significa estar casado. Pasaremos toda la vida juntos.
-Hablas como si fuera una obligación.
-Para mí, es un placer ser tu marido. Te veo sonreír y me siento feliz. Sólo quiero que tú seas feliz a mi lado. Que me digas que te hago feliz. Es lo único que deseo, Dell.
-¡Ya me estás haciendo feliz!
                                  Cordelia y Dillon participaron en la Gran Marcha que abrió el baile. Ella se sentía feliz al ir cogida del brazo de Dillon durante aquella danza con la que se abría el baile. Todos los invitados fueron desfilando por la improvisada pista de baile. Dillon sentía que estaba fuera de lugar. Éste no es mi sitio, pensó con cierta alarma.
                                 Bailaron un vals.
                                 Bailaron una cuadrilla.
                                 Dillon se sentía ridículo. No sabía bailar ninguno de aquellos bailes que consideraba, para sus adentros, estúpidos.
-Salgamos a dar un paseo por el jardín-le sugirió a su mujer cuando terminaron de bailar la cuadrilla.
                                 Mientras paseaban por el jardín, Dillon se sintió lo suficientemente cómodo como para darle un beso a Cordelia en los labios.

martes, 1 de julio de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

DIARIO DE LADY PARTHENIA WESTLAND

7 DE FEBRERO DE 1817

                      He ido a visitar a Becky. 
                     La noticia del ataque que ha sufrido Alec ha llegado hasta Douglas. Becky está recostada en el sofá del salón. No puede parar de llorar. Mikhail está a su lado. La abraza con cariño. 
-Llorando no vas a conseguir que ese hombre se recupere, prima-le dice. 
                     Los ojos de Mikhail se cruzan con mis ojos. Los dos sabemos que, cuando Becky descubra la verdad, se volverá loca de dolor. 
                      Becky sólo murmura que ya sabía que algo terrible debía de haberle pasado a su Alec para que haya podido ponerse en contacto con ella. 
-¿Quién lo ha hecho?-pregunta con voz ahogada-¡No lo entiendo! ¡Es el mejor hombre del mundo! La culpa de que se haya portado de una manera tan espantosa la han tenido los demás. La mujer que se aprovechó de él cuando tenía quince años. 
-Sus amigos...-enumero-Lady Strathmore...
-¡Todos ellos! Pero los que peor se han portado con él han sido sus hermanos. Nunca quisieron ayudarle. Mi Alec se vio solo. Tenía que salir adelante de algún modo. Y esa puta de Eva Campion se aprovechó de él. Pero mi Alec es el hombre más bueno que jamás ha habido. Sus amigos son los que le llevan por el mal camino. Pero yo estoy aquí para ayudarle. 
-Becky, los hombres como Alec nunca cambian-interviene Mikhail-Lo único que va a conseguir es que lo mate un día de éstos un marido celoso. Y perdona que te lo diga, pero es la verdad. 

miércoles, 18 de junio de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

CARTA DE LORD JACK KNIGHT A SU ESPOSA LADY EDEN FARRADAY-KNIGHT

4 DE FEBRERO DE 1817

               Mi querida Eden:

               Las noticias que te traigo no son del todo buenas. 
               Mi hermano Alec no se recupera del todo de la herida que le infringieron. Estoy en Londres ocupándome de él. Te lo digo para que no te preocupes. Creo que ya sabrás lo ocurrido. 
                Alec está herido de bala. Son muchos los rumores que corren acerca de su herida. Sé que se batió en duelo. Pero nadie me dice quién fue el que le retó y el que le disparó. También oigo comentarios acerca de que Alec se merecía lo que le pasó. 
                 Sé que Becky ha estado muy enferma. 
                 También he oído que le han cortado el cabello para evitar que se le estropee durante su enfermedad. 
                   Mi mayor consuelo es saber que Alec es un hombre fuerte. Siempre ha gozado de una excelente salud. Dudo que una herida de bala vaya a acabar con él tan pronto. Pero ha perdido mucha sangre. Y, para mi espanto, la herida se le ha infectado. 
                   Una de sus criadas le pasa paños empapados en agua por su cara. Lo llevaron sus amigos a su apartamento. No llama a nadie en su delirio febril. 
                    Ya se ha encargado su ayudante de cámara de darle un baño en la tina con agua fría. Le bajó bastante la fiebre gracias a eso. Tan sólo bebe los caldos que le prepara su cocinera. Pero ha vomitado varias veces esos caldos. El médico está preocupado. 
                      Hablé de Alec en uno de sus momentos de lucidez acerca de su relación con Becky. 
-No me casaré con ella-me aseguró. 
-¿Y qué piensas hacer con Becky?-le pregunté-He oído que eras virgen cuando la hiciste tuya por primera vez. 
-No importa. No es nada. 
                       Me enfadé con él. 
                       Le pregunté si lo que me estaba diciendo tenía algo que ver con Lizzie. Me aterra que pueda haber algo entre ellos a espaldas de Devin. He oído que les han visto besándose detrás de un árbol, cerca de Rotten Row. 
-¿Qué está pasando entre Lizzie y tú?-le pregunté. 
-Lizzie es una mujer casada-respondió-Debió de haber sido mi esposa. Pero es la esposa de Devin y yo la respeto. 
                      No quiero que Becky se entere de que Alec piensa abandonarla. 
                      Mi querida Eden, te pido que te cuides. Soy plenamente consciente de que nuestro matrimonio no marcha del todo bien. Pero te prometo que todo cambiará para cuando yo regrese. Regresaré cuando Alec se recupere. Te lo prometo. 

ALGÚN TIEMPO DESPUÉS...

CARTA DE LADY EDEN FARRADAY-KNIGHT A SU MARIDO LORD JACK KNIGHT:

                      Mi querido Jack:

                     Acabo de recibir tu carta. 
                    Me ha sorprendido saber de ti. 
                    Me siento halagada al ver que te preocupas por mí. 
                   Quiero pensar que nuestro matrimonio no está acabado. Deseo creer que la muerte de nuestro hijo no supuso el final de nuestro matrimonio. Yo sí quiero luchar por recuperar lo que una vez tuvimos. 
                       Visito mucho a lady Parthenia. También voy a visitar a Becky. Tu cuñada Miranda acude a visitarme de vez en cuando. Y también viene tu otra cuñada, Belinda. 
                        Me he hecho amiga de lady Parthenia. La encuentro una joven muy agradable. 
                       Yo me dedico mucho a leer. Leo en voz alta, aunque no hay nadie a mi alrededor que pueda escucharme. Pero tengo la sensación de que nuestro hijo, donde quiera que esté, puede escucharme. Que no se ha ido del todo. 
                       Me queda el consuelo de poder escribirte con frecuencia, mi querido Jack. Han ocurrido muchas cosas aquí. No sabría por dónde empezar a contarte. 
                     Guardo el último beso que me diste cuando te despediste de mí. 
                      Cuando regreses, te volveré a besar. Lo haré porque deseo que nuestro matrimonio no se hunda del todo. 
                       No dejes que esa zorra de Eva Campion se acerque a Alec. Habla con él, por favor. Hazle entrar en razón con respecto a Becky. 



viernes, 13 de junio de 2014

EL LUGAR DONDE TRANSCURRE "MÍA STELLA"

Hola a todos.
Me gustaría presentaros el lugar donde transcurre mi novela Mía Stella. 
Se trata de la isla de Majuli.
La isla de Majuli es una isla fluvial que se encuentra en el río Brahmaputra, en el Estado de Assam. Se trata de una de las islas fluviales más grandes del mundo y la isla más grande de agua dulce en Asia.
Aquí os dejo con una imagen preciosa de esta increíble isla.

miércoles, 11 de junio de 2014

FRAGMENTO DE "ME OLVIDÉ DE OLVIDARTE"

Hola a todos.
Ya sé que esta saga tiene blog propio. Ya sé que son varias historias las que la componen. Ya sé que están todas a la mitad o en borrador en una libreta o en un archivo de Word. Ya sé que he de organizarme de algún modo.
Sin embargo, quería compartir este fragmento de una de las novelas que la componen, llamada Me olvidé de olvidarte. 
¿De qué trata Me olvidé de olvidarte? Es la historia de los hermanos de Olivia, Dillon y Tyler. Al principio, sólo iban a aparecer siendo comentados. Eran como los otros hermanos de una protagonista de novela romántica. En la mayoría de los casos, tienen hermanos en ocasiones, pero no aparecen. Se les comenta muy poco.
Luego, cuando escribí Un amor prohibido, me animé a contar su historia y los motivos reales por los cuales habían abandonado el pueblo en el que vivía, Streetman, entonces llamado San Ezequiel (nombre que conserva hasta que Texas se incorpora a Estados Unidos. Antes, pertenecía a México). Y esos dos motivos tienen nombre de mujer para cada uno: Catherine y Brianna.
Dillon vivió su primer amor con lady Catherine Osborne, la hija del arruinado duque de Weeler, el cual se instaló en San Ezequiel huyendo de sus acreedores en Inglaterra. Dillon era poco para su hija, el hijo de un ranchero fracasado y con mala fama.
Brianna MacKinley era la hija adoptiva del herrero de San Ezequiel. También la mala fama de Sean O' Hara y los deseos del padre adoptivo de Brianna, que quería mandarla lejos a que estudiara, hicieron mella en la pareja.
No puedo adelantarme mucho. Tan sólo puedo decir que estas dos historias de amor se truncan, una por culpa de alguien cercano a Catherine y la otra tiene un final más bien trágico.
Me olvidé de olvidarte nos muestra a Dillon y a Tyler viviendo en Inglaterra, intentando acostumbrarse a un entorno que no es el suyo. Intentando cerrar un pasado amoroso demasiado doloroso.
Dillon intenta superarlo al lado de lady Cordelia, la hijastra del duque de Cleveland, una joven sinceramente enamorada de él. Tyler, por su parte, intentará olvidar a Brianna al lado de Jane, una joven de buena familia.
¿Conseguirán sus propósitos?
Dillon intenta ser feliz al lado de Cordelia, pero sus inicios no son fáciles. La madre y el padrastro de Cordelia no ven con buenos ojos la relación de la joven con un vaquero texano.
En ese fragmento, veremos un encuentro entre Dillon y Cordelia.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                        Sentada a la mesa del comedor, Cordelia era incapaz de dejar de mirar a Dillon.
                       Su presencia en su casa era un sueño que se materializaba ante ella.
                        Era la hora del té. Estaban dando cuenta de una taza de té. Cordelia cogió un cuadradito de limón que había servido la criada. Le temblaba la mano.
                        Tanto su madre como su padrastro no se encontraban allí. Lady Marcelline había ido a visitar a su hermana Eleanor. Mientras, lord Cleveland había ido al Pall Mall.
                        Estaba a solas con Dillon. Su corazón latía a gran velocidad. Dillon había ido allí con la intención de hablar con Cordelia acerca de su futuro. Deseaba de corazón el casarse con ella. Ya sentía un gran cariño por ella. Con el paso del tiempo, aquel cariño podía materializarse en amor. Entonces, podría olvidar a Catherine.
-No me puedo creer que estés aquí-afirmó Cordelia-Me parece todo esto demasiado descabellado.
-¿Te molesta que haya venido a verte?-inquirió Dillon.
-No es eso. Tu presencia aquí es bienvenida para mí. Lo malo son mi madre y lord Cleveland. Ellos piensan que no deberíamos vernos.
-¿Y tú qué opinas, Dell?
-Yo sí quiero verte. Ya no soy una niña. Tengo derecho a tomar mis propias decisiones.
-Huye conmigo, Dell. Vayámonos lejos. No pienses mal de mí. Quiero que nos casemos.
-¡Sería una boda casi a escondidas!
                       Cordelia recordaba el día de la boda de su madre con lord Cleveland. Ella había llevado con orgullo los anillos.
-Lord Cleveland querrá ser mi padrino-añadió la joven-Es el único padre que he conocido.
                      Dillon sabía que estaba pidiendo un imposible a Cordelia. Se arrepintió de haber hablado de fuga.
                     Cordelia estaba hecha un lío. Su madre quería hacerle el vestido de novia. Querría para ella una boda por todo lo alto. A pesar de que ningún miembro respetable de la aristocracia acudiría al enlace.
                      Cordelia se puso triste. Miró a Dillon.
                      Se dijo así misma que no tenía ningún motivo para estar triste. Ya no estaba sola. Tenía a Dillon. Él la quería de verdad. Sus orígenes no le importaban en absoluto.
-Lo siento, Dell-se excusó Dillon-No quería ponerte en un compromiso con tu familia.
-He dicho antes que ya no era una niña-le recordó la joven-Y que tengo derecho a tomar mis propias decisiones. Pues bien...He tomado una decisión.
-¿De qué se trata?
                         Cordelia esbozó una sonrisa. Le parecía romántica la idea de escaparse con Dillon. No sabía adónde irían. Se casarían en alguna Iglesia pequeña. Pero Dios sería testigo de su enlace. En realidad, eso era lo único que debía de importar. Su madre y lord Cleveland tendrían que respetar su decisión. Se trataba de su vida. Cordelia no podía vivir sin Dillon. Era su decisión.
-Mi madre se casó con lord Cleveland y yo lo acepté-recordó la joven-Aquel hombre representaba todo lo que yo deseaba tener y no había tenido. Era rico y tenía un carruaje tirado por briosos caballos. Incluso, llenó una habitación entera de muñecas para mí.
-¿Tú crees que tu madre está enamorada de ese hombre?-inquirió Dillon.
-No sé qué pensar. A veces, pienso que sólo lo quiere porque es un aristócrata rico.
-Y tu madre desea algo parecido para ti.
-Yo no soy tan ambiciosa como mi madre. Me basta y me sobra con estar a tu lado.
-¿De verdad estás dispuesta a irte conmigo?
                         Cordelia asintió.
                         Dillon se inclinó por encima de la mesa. Y le dio a Cordelia un beso tan apasionado que la joven pensó que se desmayaría.



-Sí, Dillon-contestó Cordelia, sin aliento.
                   Se separó un poco de Dillon. Sentía sus labios sobre los labios de ella. La pasión con la que su lengua invadió la boca de Cordelia.
-¿Qué quieres decir?-inquirió Dillon.
-Quiero irme contigo-respondió Cordelia.
-¿Cuándo quieres que nos vayamos?
-No lo sé. Cuando tú digas. ¡No me importa!


sábado, 7 de junio de 2014

UN GIF DE LOS TORTOLITOS

Hola a todos.
Hoy, hago esta entrada rápida para poder subir un gif de los protagonistas de este blog: lady Parthenia Westland y el Príncipe Mikhail Kurkov.
En realidad, se trata de un gif de cómo me imagino yo a estos dos personajes: con los rostros de los actores que dieron vida a Jane Bennet y a Charles Bingley en la última adaptación que se hizo al cine de Orgullo y prejuicio: Rosamund Pike y Simon Woods.
Espero que os guste.

jueves, 5 de junio de 2014

FRAGMENTO DE "CARTA A UN NIÑO QUE NUNCA NACIÓ"

Hola a todos.
Normalmente, suelo subir los fragmentos de los libros que más me han llamado la atención a mi otra cuenta de blogger.
Sin embargo, dado que en estos momentos estoy metida en esta cuenta, no he querido dejar pasar la oportunidad de subir un fragmento de una novela cortita (tiene apenas 100 páginas) que invita a la reflexión. Su autora es Oriana Fallacci. La novela se llama Carta a un niño que nunca nació. 
Aunque está escrita en el año 1975, el tema del que nos habla está de rabiosa actualidad. Cuenta la historia de una mujer soltera que descubre que está embarazada. El padre del niño se desentiende, pero sus padres la apoyan. Sin embargo, a pesar de eso, la mujer tiene muchos miedos y los plasma en este escrito con un desenlace que no dejará a nadie indiferente. Es el viaje al interior de una mujer que se enfrenta en solitario a la maternidad.
Con sus miedos y con sus alegrías...
Os dejo con este fragmento correspondiente al inicio de la novela:

Anoche supe que existías: una gota de vida que se escapó de la nada. Yo estaba con los ojos abiertos de par en par en la oscuridad y, de pronto, en esa oscuridad, se encendió un relámpago de certeza: sí, ahí estabas. Existías. Fue como sentir en el pecho un disparo de fusil. Se me detuvo el corazón. Y cuando reanudó su latido con sordos retumbos, cañonazos de asombro, me di cuenta de que estaba cayendo en un pozo donde todo era inseguro y terrorífico. Ahora me hallo aquí, encerrada bajo llave en un miedo que me empapa el rostro, los cabellos y los pensamientos.

 Impactante portada de Carta a un niño que nunca nació. 

miércoles, 4 de junio de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

3 DE FEBRERO DE 1817

                            Salgo a dar un paseo por el Paseo Marítimo. 
                            No puedo permanecer en mi casa por más tiempo. Necesito salir y despejar mi mente. No quiero que mi doncella me acompañe. Sin embargo, al llegar al Paseo Marítimo, me ocurre algo inesperado. 
                           Veo a lord Robert y a lady Belinda, los duques de Hawkscliffe. Están dando un paseo subidos en su faetón. 
                           Se detienen al verme. 
-Mi querida Parthenia...-me dice lady Belinda-¡Qué sorpresa más agradable! 
-Buenas tarde, Excelencia-le saludo.
-¿Por qué no nos acompaña a Robert y a mí en nuestro paseo, querida? Robert ha salido a dar un paseo porque está enfadado. ¡Oh! Usted no sabe lo que ha pasado. Es amiga de la señorita Ward, ¿no? No sé si debe de saberlo. 
                        Acepto dar un paseo con ellos en su faetón. Subo. 
                        Los caballos vuelven a andar. 
                        Me he sentado al lado de lady Belinda. La duquesa parece un fantasma. 
                        Va vestida de riguroso luto. La veo más avejentada. La veo más delgada. 
                        Lady Belinda me cuenta lo que yo sé porque me lo ha contado Mikhail. Han herido a Alec. Fue un duelo. 
-¿Se encuentra bien su hermano, Excelencia?-le pregunto a lord Robert. 
-Yo ya sabía que Alec iba a terminar mal-responde el duque-Se lo he dicho mil veces. Tengo cuatro hermanos que van a morir tempranamente. 
-Hay que reconocer que Lucien ha cambiado-interviene lady Belinda-A él, el matrimonio le ha hecho bien. 
                         Lord Robert sólo sabe lo que uno de los amigos de Alec le ha escrito. Ese amigo no es Piers. Nadie sabe dónde se encuentra mi prometido. 
                         El amigo de Alec no sabe quién le ha disparado. Sólo sabe que Alec se batió en duelo con un joven que le atacó en el Pall Mall, el club de caballeros que tanto frecuentan. El duelo se realizó poco antes del amanecer. El amigo de Alec ejerció de padrino, pero no sabe quién disparó contra Alec. 
-Por suerte, se está recuperando-me informa lady Belinda. 
-Pensé que no podía caer más bajo desde que se convirtió en la puta de esa tal Eva Campion-masculla lord Robert, indignado. 
                      Su esposa le oye. 
-¡No hables así delante de lady Parthenia!-le regaña. 
                  Yo guardo silencio. No puedo decirles que sé quién ha disparado a Alec. No puedo decirles que se lo tiene merecido. 
                    Mikhail va a regresar a Douglas. 
                   El faetón se detiene al cabo de un rato. Le digo a lord Robert y a lady Belinda que me bajo. Les agradezco la información que me han dado. Le deseo a lord Robert que su hermano se recupere. 
-De estar vivo mi padre, habría renegado de él-afirma-Se lo habría enviado al actorzuelo que lo engendró con nuestra madre. 
-Entiendo-murmuro. 
-Disculpe a mi marido-se excusa lady Belinda-Está muy preocupado por Alec. Es el mayor. Siempre se ha ocupado de sus hermanos. 
-No pasa nada. 
                        Desciendo del faetón. 
                        Veo cómo se va alejando. 
                        Me quedo sola. Es hora de regresar a casa, pienso. 
                        No doy ni dos pasos. 
-¡Parthenia!-oigo una voz que grita a mis espaldas. 
                        Me paro en seco. 
                       Reconozco esa voz. 
-¡Parthenia!-vuelvo a escuchar. 
                        Es una voz joven. Es una voz masculina. Es una voz conocida. 
                        Me giro. 
                        Le veo llegar. 
                        Viene corriendo a mi encuentro. Mi corazón empieza a latir a gran velocidad. ¡Mikhail ha vuelto! 
-Ya estoy aquí-me dice cuando se detiene frente a mí-Lo único que lamento es no haber matado a ese canalla. 
-Pero has vuelto-le sonrío. 
-Sí...
                      Lo siguiente que recuerdo es que Mikhail me abraza. Me abraza con fuerza. Llena de besos mi cara. Y sus labios se apoderan de mis labios con un beso largo y denso. Un beso que hace que yo lo sienta todavía más mío de lo que ya es. Rodeo su cuello con mis brazos. Lleno de besos su cara. Y volvemos a besarnos con intensidad en los labios. 

martes, 3 de junio de 2014

PONIÉNDOLE BANDA SONORA A ESTE BLOG

Hola a todos.
Confieso que soy un completo desastre a la hora de poner música de fondo a los blogs.
Por eso, he querido hacer esta entrada para poner una de mis canciones favoritas.
Se trata de Wide awake, de Katy Perry.
Siento especial debilidad por esta cantante, que quiere ir más allá de ser la típica cantante para adolescentes. Con esta canción, demuestra una sobriedad y una seriedad digna de alabanza.
Con esta canción, Katy intenta sacar fuera sus propios demonios. El desamor, los problemas con la prensa, la depresión.
Todo ello es tratado como una especie de combate que todavía no se ha ganado, pero que puede ganarse.
Katy muestra con esta canción un estilo maduro y reflexivo.


sábado, 31 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

2 DE FEBRERO DE 1817

-¡Lady Eden!-exclamo cuando veo a mi visita de hoy en el salón de pie-¡Qué sorpresa más agradable! ¿A qué debo el honor de su visita? 
-No nos hemos vuelto a ver desde hace algún tiempo-contesta la cuñada de Alec-Cuando Jack y yo asistimos a una fiesta que su padre ofreció con motivo de su compromiso con lord Draxinger. Por entonces, yo acababa de casarme. 
-Parece que han pasado siglos desde entonces. 
                    Me gustaría hacer algún comentario algo más jocoso.
                    Pero me enfrento con la mirada cargada de tristeza que desprende la mirada de lady Eden. Me da un beso en la mejilla.
                    Tomamos asiento en el sofá.
-Se equivoca-le corrijo-Nos vimos hace algunos días.
-Sí...-recuerda lady Eden-Cuando la vi dando un paseo con la nueva amiguita de mi cuñado y con el primo de ésta. ¿En serio la pobre Rebecca Ward se creía que un canalla como Alec iba a casarse con ella?
                    Tengo la espantosa sensación de estar delante de una versión pelirroja de Miranda. Lady Eden desprende la misma rabia que desprende Miranda. Recuerdo lo triste que la vi en el embarcadero hace unos días. Sufre por culpa del abandono de su marido. Sufre porque ha perdido a su único hijo. Sufre porque su padre, lejos de establecerse en Inglaterra, sigue viajando por el mundo.
-Yo sabía que Jack iba a abandonarme antes o después-me cuenta-Fui una tonta por pensar que él estaba dispuesto a cambiar. Se lleva a matar con sus hermanos.
-Creía que habían solucionado sus problemas-me sorprendo.
-Yo también lo creía. Pero, hace unos días, mi cuñado Robert vino a vernos con su mujer. Jack estaba borracho y la insultó. Robert y él terminaron liándose a puñetazos.
                   Lady Eden habla con voz desapasionada. Pero también habla con voz cansada.
                   No se acostumbra a vivir en un lugar fijo. La realidad choca con sus sueños de jovencita que soñaba con su puesta de largo. No hay aventuras. No hay nada en su vida.
-No lo sabía-digo-Lo siento mucho. Pensaba que las cosas habían mejorado.
                     Lady Eden se encoge de hombros. Le duele hablar de su marido. Me pregunto a mí misma si lady Eden sigue enamorada de Jack Knight. Cuando se casaron, ella intentó cambiarle. Y él le contestaba utilizando el sexo para retenerla. O el chantaje, si su esposa empezaba a ponerse pesada. La doncella de lady Eden se lo comentó a mi doncella. Yo lo escuché.
-¿Y qué piensa hacer?-le pregunto.
-Sigo casada con Jack-responde lady Eden-Pero siento que nada me une a él. De algún modo, hacemos vidas separadas. Sé que ha vuelto a liarse con esa zorra de Lisette. Él me ha jurado y perjurado que no tuvieron nada cuando ella fue mi doncella. Yo no me lo creo.
-Lamento mucho oír eso.
-Es la verdad. Mi matrimonio es un completo fracaso. Nunca nos quisimos.
                   Los ojos de lady Eden se llenan de lágrimas. Ella lucha por disimularlas.
                   No quiere llorar delante de mí. La comprendo.
-La culpa fue mía por comportarme como una estúpida-se lamenta-Quería ser como las demás chicas. Como usted, lady Parthenia. Quería tener una puesta de largo. Ir a fiestas en Almacks. En cambio, soy una madre sin hijo. Una mujer cuyo marido la abandona. Mi vida es un completo asco. De nada sirve lamentarse.
-Yo...-murmuro.
-No diga nada. Me alegro de que me haya escuchado. Me conformo con eso.

 

viernes, 30 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

31 DE ENERO DE 1817

                       Acudo a visitar a Becky a su casa. Encuentro a mi amiga sentada en un sillón. 
                       Me recibe en el salón. Más bien, la encuentro acurrucada en el sillón. 
                       Lleva puesto un vestido de color oscuro. 
                       Una manta cubre sus piernas. Se ha echado un chal de lana de color negro sobre los hombros. La chimenea está encendida. 
                       Me siento a su lado, en el sofá. 
-Veo que te has levantado de la cama-comento. 
-Estaba cansada de estar acostada-me cuenta. 
                       Se siente sola en su casa. Es demasiado grande para ella. 
                       Tiene poca servidumbre. 
                        Me habla de las numerosas deudas económicas que tiene Alec. Cuando le conoció, él le confesó que había sido algo así como el prostituto de Eva Campion. Se acostaba con ella a cambio de dinero. En ocasiones, Becky piensa que Alec ha vuelto a convertirse en el prostituto de esa mujer. Que vuelve a pagarle a cambio de que le proporcione satisfacción sexual. De sólo pensarlo, el estómago de Becky se revuelve. 
                       Dejo que Becky se sincere conmigo porque eso es bueno para ella. 
-No creo que Alec haya sido capaz de volver a caer tan bajo-le digo. 
-Mi Alec no regresa porque no tiene dinero-afirma Becky-No quiere que yo piense que es un fracasado. No volverá hasta que no vuelva a tener dinero. No me dirá lo que está haciendo en Londres porque tiene miedo a que lo abandone. 
-¿En serio lo crees?
-¡Por supuesto que lo creo!
-No te hagas falsas ilusiones, amiga. Los hombres como Alec Knight no cambian nunca. 
                    Le cuento la visita que le hice ayer a Miranda. También ella está sufriendo por culpa de Damien. Becky prefiere no escucharme. 
                      Me asegura que Damien no se parece en nada a Alec. Damien es un canalla que se dedica a hacerle daño a su mujer. 
                        Alec la ama demasiado como para hacerle daño. Tengo la terrible sospecha de que Becky está perdiendo por completo el juicio por momentos. 


-Me alegro de que te lleves tan bien como Miranda, Parthenia-me dice Becky. 
-Supongo que debo de relacionarme más a menudo con ella-comento-No olvido que somos primas, aunque no directas. 
-Haces bien. Es bueno mantenerse unido a la familia en todo momento. 

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

UNA CARTA DE MIKHAIL KURKOV A LADY PARTHENIA WESTLAND

1 DE FEBRERO DE 1817

                              Mi querida Parthenia:

                            Te escribo estas breves líneas. 
                            En cuestión de unos días, estaré de vuelta en Douglas. 
                            Han ocurrido algunas cosas. 
                            No he podido cumplir con mi objetivo. 
                           Encontré a ese miserable. Lo desafié a un duelo. Pero tan sólo logré herirlo en una pierna. 
                           Encontré a ese cabrón emborrachándose en un burdel de Whitechappel. Cuando le desafié a un duelo, apenas podía mantenerse de pie. 
                           Por suerte, al día siguiente, estaba despejado. Me dijo que no pensaba regresar a Douglas para cumplir con la palabra dada de matrimonio a Becky. Me dijo que se había cansado de ella. Yo perdí los nervios. Me falló la puntería. 
                           Nunca he sido un buen tirador. Por eso, no pude matarle. 
                           Mi deseo era acabar con él. Le ha destrozado la vida a mi prima. 
                          No hago otra cosa más que pensar en ti. Vuelvo a Douglas porque quiero estar contigo. No sé lo que va a pasar entre nosotros a partir de este momento. Pero no he logrado sacarte de mi cabeza desde el mismo instante en que te conocí, mi adorada Parthenia. 
                          No te preocupes por mí. Ese hijo de puta no me hirió. 
                          Disparó, pero falló. No es tan excelente tirador como siempre ha presumido. Yo diría que es bastante malo. Becky no se lo merece. No merece ni siquiera estar vivo. 
                          No veo la hora de volver a ver tu hermoso rostro. De perderme en tu mirada profunda. 
                          No veo la hora de volver a estar contigo, mi querida Parthenia. 
                          Pronto, estaremos de nuevo juntos. 



jueves, 29 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

30 DE ENERO DE 1817

-Le agradezco que haya venido a verme, lady Parthenia-me dice lady Miranda-En realidad, deberíamos de tutearnos. Supongo que ya sabe que somos primas. Aunque somos primas en segundo grado. 
-Supongo que tiene razón-admito-Será mejor que nos tuteemos. 
-Me parece bien. Toma asiento a mi lado. Tenía muchas ganas de verte. 
                     Me siento al lado de Miranda en el sofá. 
                     Tengo que llamarla así porque somos parientes. Miranda...
                      Le pregunto dónde está su marido Damien. Miranda me responde encogiéndose de hombros. También ella ha sido abandonada por su esposo, pienso con tristeza. Abandonada por un hombre...Miranda finge que no le importa. 
-En realidad, le deseo que se pudra en el Infierno-me confiesa-Lo conocí cuando se convirtió en mi tutor. Era un buen amigo de mi tío durante el tiempo en el que ambos estuvieron sirviendo en el Ejército. ¿Sabes que intentó propasarse conmigo? Damien no respeta a ninguna mujer. Ni siquiera quería respetarme a mí cuando se convirtió en mi tutor. Pensé que yo le haría cambiar. Pero no fue así. 
                       Pienso que los años han convertido a Miranda en una joven dura. Hay mucha rabia escondida en su voz cuando habla de su marido. 
                       No hace nada para disimular el odio que la embarga. Pero también noto que todavía hay algo de amor cuando habla de Damien. Sus ojos le brillan. 
-¿Dónde has vivido?-le pregunto. 
-Me crié en un orfanato dirigido por un cabrón-me responde Miranda con odio. 
-Lo siento mucho. 
                       Miranda hace un gesto como restándole importancia al hecho de que se haya criado en un orfanato. 
-Después de casarme con Damien, todas mis compañeras fueron a parar a otro orfanato en unas condiciones mucho mejores-me cuenta-O eso pensaba hasta el verano pasado. Tuvo lugar un terrible incendio. Murieron todas. Las profesoras...Mis compañeras...Sally...
-¿Quién es Sally?
-Era una niña adorable. Compartía habitación conmigo cuando yo todavía estaba en el orfanato. Era como una hermana pequeña para mí. La mató el humo que respiró. 
                      Una lágrima rueda por la mejilla de Miranda. Desde luego, pienso con espanto, la felicidad no la ha alcanzado tras su boda con Damien. En cierto modo, Miranda piensa que su vida es un completo desastre. Sus dos hijos gemelos han muerto. Su marido la engaña con otras mujeres y la tiene abandonada durante largos periodos de tiempo. 
                       Su historia me conmueve. Los varones Knight parecen disfrutar haciendo sufrir a las mujeres que se enamoran de ellos. Lo estoy viendo todos los días cuando visito a mi amiga Becky. 
                      Sigue sufriendo por culpa de Alec. Lo ama con todo su ser y ella, en el fondo, sabe que no es correspondida. Alec la ha utilizado. Se ha aprovechado de ella. Y la ha dejado tirada. 
-¿Cómo está la señorita Ward?-me pregunta Miranda-Tengo entendido que está enferma. 
-Se está recuperando-respondo-Eres muy amable por interesarte por ella. 
-Le ha pasado lo mismo que me ha pasado a mí. La señorita Ward pensó que mi cuñado Alec cambiaría por ella. Pero no ha sido así. 
                       Hay mucha amargura en la voz de Miranda al hablar. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

29 DE ENERO DE 1817

                    Ha pasado un nuevo día. Yo permanezco en mi habitación paseándome de un lado a otro. 
-¿No va a salir a la calle, Excelencia?-me pregunta mi doncella-Hace un día precioso. ¿Por qué no va a hacer alguna visita? 
-No tengo ganas de salir a ningún sitio-respondo. 
                        Me asomo a la ventana. 
                     Casi puedo ver a Mikhail en la distancia. Pero se trata de una ilusión mía. Ya no me preocupa la ausencia de Piers. Es la ausencia de Mikhail la que más me preocupa. 
-Le ha llegado una invitación, Excelencia-me comenta mi doncella. 
-¿De qué se trata?-inquiero. 
-Es de lady Miranda Knight. Dice que quiere que la visite. 
                      Me pregunto a mí misma el porqué lady Miranda quiere que la visite. Puede que quiera hablarme de Alec. O puede que también quiera tratar ese supuesto parentesco que nos une. Es un tema del que nunca hemos hablado. 
                       Decido que iré a verla mañana por la tarde. No tengo ganas de salir a ningún sitio esta tarde. 
                       Mi padre permanece encerrado en su despacho. Está hablando con su secretario. 
                       En el fondo, mi padre se alegra de que no vaya a ningún sitio. 
-Prefiero quedarme aquí esta tarde-le digo a mi doncella. 
                       Mi padre se alegra de saber que permaneceré aquí toda la tarde. Aunque no esté con él. Sabe que estoy aquí. Que permanezco bajo el techo de nuestra mansión. De algún modo, eso le tranquiliza. He pasado varios días fuera de casa cuidando a Becky. 

 

-Su padre tampoco va a salir-me informa mi doncella-Tiene muchas cosas que tratar con su secretario. Está pensando arrendar la casa solariega que tienen.
-Ya no vamos casi nunca allí-le recuerdo-Papá está haciendo lo correcto.
-¿Va a pasar toda la tarde encerrada en su habitación, lady Parthenia?
-No tengo ganas de hacer nada. Supongo que escribiré un poco en mi diario. 

viernes, 23 de mayo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

 28 DE ENERO DE 1817

-Nunca descansas, hija-observa mi padre. 
                     Nos encontramos en el salón. Fuera, ha empezado a llover, pero se trata de una lluvia suave. 
                    Me siento en el suelo, sobre la alfombra, ante la chimenea. El fuego está encendido. Un agradable calorcillo inunda el salón. Pero me he puesto mi chal de lana de color azul sobre los hombros. Tengo frío. 
                     Mi padre lo achaca al tiempo que he pasado fuera de casa. A las noches en vela que he pasado cuidando de Becky. 
                       Mi padre se abstiene de criticar a mi mejor amiga. Pero sé lo que está pensando. Lo adivino. 
                        Piensa que Becky es una zorra. Yo no debería de relacionarme con la manceba de un aristócrata. Aunque sea un aristócrata de orígenes dudosos. Como lo es Alec Knight. 
-Becky se está recuperando, papá-le cuento. 
                       Pero no es suficiente. Yo no sé lo que va a pasar. 
                       Tengo miedo de que Becky se entere de que Mikhail no está intentando regresar a San Petersburgo. Tengo miedo de que Becky descubra que Mikhail está en Londres buscando a Alec para matarle. No lo soportaría. 
                        Mi mejor amiga está ciega de amor por ese canalla. ¡Dios me libre de pasar por semejante calvario!
                        Creo que no lo resistiría. 
-¿Y quién se ha quedado con ella?-me pregunta mi padre. 
-Los Knight han tenido un bonito detalle con ella-respondo-Lady Miranda ha ido a visitarla. He oído que lady Miranda es pariente nuestra. Aunque no recuerdo en qué grado. ¿Es eso cierto? 
-Me parece que es la hija bastarda de un primo mío. Su madre era una actriz. 
-Entiendo. 



-Nunca hemos hablado con lady Miranda de nuestro parentesco. Supongo que es lo mejor. No conviene remover el pasado.
-Pero el pasado siempre está ahí, papá.
-Se puede evitar. No se habla. No existe.
-Puede que tengas razón.
                        En el fondo, pienso que mi padre se equivoca.
                        El pasado está ahí. Puede salir a la luz de un momento a otro. Y, al final, sale a la luz. No se puede tapar el Sol con un dedo.
                        Me interesa saber más cosas acerca de lady Miranda. De algún modo, somos primas. ¿No es así?