sábado, 8 de febrero de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

15 DE ENERO DE 1817

                        Becky ha venido a verme. Me encuentro en mi habitación. Me he recostado un poco. 
                        Llevo puesto mi vestido de color blanco. Me incorporo cuando veo a Becky entrar en mi cuarto. 
-¿Qué estás haciendo aquí?-le pregunto. 
-Tenía que salir de mi casa-responde mi amiga. 
-¿Ha pasado algo? ¿Está bien tu primo?
-Tengo la sensación de que Misha está involucrado en la conjura contra el zar, Parthenia. No me lo ha dicho. ¡Pero le conozco! 
                      Se sienta en mi cama. La visita de su primo está suponiendo una dura prueba para ella. 
-¿Y qué piensas hacer?-indago. 
                       Becky se encoge de hombros. 
-¡No puedo delatarle!-se altera-¡Podría acabar en la horca! Debe de quedarse en mi casa durante algún tiempo. 
-Yo no pienso decirle nada a nadie-le prometo. 
-Alec no debe de saberlo. Pero verá a Misha. 
-Dile que tu primo ha venido a verte. 
-Es muy celoso. Piensa que yo podría liarme con cualquiera. 
-Becky, Alec no tiene ningún derecho a estar celoso. ¿Acaso tú tienes celos? Deberías tenerlos. Te recuerdo que tu futuro marido fue amante de la mayor zorra que conozco. Eva Campion...Y no sé lo que pasará entre él y lady Strathmore. Pero no creo que sea nada bueno.
-Tienes razón, Parthenia. Amo con todas mis fuerzas a Alec. Y tengo miedo de perderle. 
                   Lo perderá, pienso. Los hombres como Alec Knight nunca cambian. 
-Entre tú y yo cuidaremos de Misha-le prometo-No dejaremos que le pase nada. Ya verás como todo irá bien. 
-Gracias, Parthenia-me dice Becky. Me coge las manos-Sabía que podía contar contigo. Eres una buena chica. Deberías de ser también una buena influencia para el loco de mi primo. 


jueves, 6 de febrero de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

14 DE ENERO DE 1817

                          He recibido carta de Piers. 
                          Mi doncella me la entrega cuando estoy sentada en el sofá del salón bordando. 
                         Debería de estar contenta, pienso. Debería de estar emocionada por volver a saber de mi prometido.  
                          Leo su carta. 

                       No veo la hora de regresar a Douglas. 
                       Deseo volver a verte. 
                      Mi querida Parthenia, me siento muy solo en Londres. Estoy lejos de ti. 
                      Me pregunto si estarás bien. Si estarás pensando en mí. Guardo en mi mente el último beso que te di en los labios antes de partir. 
                       Muy pronto, estaré de nuevo contigo. 

                      Muy pronto, pienso. 
                      Dejo a un lado el mantel que estoy bordando. No siento alegría alguna. 
                      Sólo siento un frío extraño que recorre todo mi cuerpo. No estoy enamorada de Piers, pienso. Me pongo de pie. Me dedico a caminar por el salón. Me digo a mí misma que me lo estoy imaginando. Sigo enamorada de Piers. Me dirijo a mi habitación. Llevo la carta de mi prometido en la mano. Debo de escribirle, pienso. Los útiles de escritura están sobre mi escritorio. 
                     Papel...El tintero lleno de tinta...La pluma...
                    Me siento en la silla. Mojo la pluma en el tintero después de abrirlo. Las palabras se plasman de manera automática sobre el papel. Sin emoción...Sin sentimiento...

                       Te ruego, mi querido Piers, que te cuides. 
                      Eres un caballero demasiado impulsivo. Eso no puede ser bueno. No desafíes nunca a nadie a un duelo. 
                       Podría ser perjudicial para ti. Yo, mientras, permanezco aquí. 
                      Y espero tu regreso. Vuelve pronto, mi querido Piers. 
                      Tu carta me ha llenado de alegría. A veces, tengo dudas. Pienso que no me amas. Y siento cómo mi amor se desvanece. No temas. Eso nunca pasará.