miércoles, 5 de marzo de 2014

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

17 DE ENERO DE 1817

-¡Me ha mentido!-solloza Becky-¡No puedo creérmelo! ¿Cómo ha podido mentirme? 
-Es posible que se le complicaran las cosas-le aseguro-No llores, amiga. No es bueno que llores. 
-¡Déjame que me desahogue! ¡Estoy destrozada! ¡Es un canalla! ¡Es un bastardo sin corazón! 
                  Voy a visitar a Becky esta tarde a su casa. La encuentro llorando recostada en el sofá. Nada más entrar y verla, entiendo lo que ha pasado. 
                  Ayer, Alec no fue a verla. Entiendo que mi amiga esté destrozada. 
                  Me siento a su lado en el sofá. Intento consolarla, pero no lo consigo. ¿Cómo se puede consolar un corazón destrozado? La abrazo. 
                   Hace mucho tiempo que dejé de llorar por Piers. Cuando sospeché que él nunca me amaba. Entonces, entendí que el amor que sentía por él no era real. Había sido producto de mi imaginación romántica y febril. Desde entonces, sus ausencias pesan menos sobre mi corazón. 
                   Becky apoya su cabeza sobre mi hombro. 
-Misha ha ido a buscar al médico-me cuenta-Piensa que me he puesto enferma. ¡Y estoy enferma de amor! 
                   Le doy un beso en la frente. 
-Te sientes abandonada y traicionada-observo. 
-¿Cómo no te puede doler que Piers pase tanto tiempo lejos de ti?-me pregunta-¡Es que no lo entiendo! 
-Piers no me ama. Yo tampoco le amo. Ahora, lo veo más claro. Debería romper mi compromiso con él en cuanto regrese. Lo malo es que no me dice en sus cartas cuándo regresará. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario