miércoles, 23 de octubre de 2013

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA

11 DE ENERO DE 1817

                       Becky ha venido esta noche a dormir conmigo. Tengo la sospecha de que quiere saber lo que pienso yo de su primo. 
-¿Qué te ha parecido Misha?-me preguntó a solas en mi habitación-Es un buen chico. 
-Eso no lo pongo en duda-le respondí, sentada en la cama. 
-Creo que su boda con Eva le hará bien. 
-¿La conoces?
-No la conozco personalmente. Todo lo que sé es lo que Misha me ha contado. Dice que es hermosa y sofisticada. Lo único que espero es que le haga feliz. Se lo merece. Los dos perdimos a nuestros padres y no tenemos hermanos. 
-Os tenéis el uno al otro. Creo que es suficiente. Yo tampoco tengo hermanos. 
-¡Pero me tienes a mí, boba!
                       Becky se sentó a mi lado en la cama. Las dos llevamos puestos nuestros camisones. Becky sonrió al pensar en su primo. Pero su rostro se tornó triste al pensar en Alec. 
                       Lleva ya varias semanas fuera. Se fue antes de Navidad. Becky recibió una escueta carta después de Año Nuevo felicitándole. 
                       Después de eso, no ha vuelto a saber más nada de él. 
-A veces, tengo miedo de que me haya abandonado-me confesó Becky-Creo que se casó conmigo porque quería quedar bien con sus hermanos. Ya sabes que éstos dejaron de hablarle cuando supieron que debía dinero a ciertas personas. 
                      Fruncí el ceño. No me gusta pensar que Alec se haya casado con mi amiga sólo porque quería recuperar la asignación que le había asignado su hermano el duque. Oí el rumor en Londres de que con quien de verdad quería casarse Alec era con una tal Lizzie Carlisle. 
-¡Eso no es verdad!-me aseguró Becky-Lizzie Carlisle es la esposa del mejor amigo de Alec, Devlin Strathmore. Alec me contó que Lizzie amaba a Devlin. Y que lo que sintió por él fue un cariño que confundió con otra cosa. Nada más...
-Esa mujer es ahora una mujer casada-le recordé a mi amiga-Alec no persigue a doncellas vírgenes. Pero... ¿Y a mujeres casadas?
-¡Oh, no! Mi Alec no me engañaría nunca con otra mujer. 
-Becky...
-¡No le conoces, Parthenia! Alec ha cambiado. Yo sé que ha cambiado. Le he hecho cambiar. 
-Los hombres como Alec no cambian nunca, amiga. 
-Llevamos poco tiempo casados y sé que él ha cambiado. El amor que siente por mí le ha hecho cambiar. 
-¡Ojala no tengas que arrepentirte por tus palabras!

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