martes, 22 de octubre de 2013

EL DIARIO DE LADY PARTHENIA WESTLAND

10 DE ENERO DE 1817

                        He ido a visitar esta tarde a Becky a su casa. No estaba sola cuando el mayordomo anunció mi llegada. Había un joven a su lado. Becky fue a mi encuentro, muy contenta. 
-Te estábamos esperando, Parthenia-me dijo-Me gustaría presentarte a una persona. 
                        Mis ojos debieron de abrírseme de un modo desorbitado. 
                        Había un joven al lado de Becky. 
                        Creo que le conozco, pienso. Trato de hacer memoria. Y, entonces, me acuerdo del paseo que di cuando recibí la última carta que me escribió Piers. Apenas crucé cuatro palabras con él. Pero no puedo olvidarlo. Se trata del joven al que vi pescando. 
-Parthenia, éste es mi primo el Príncipe Mikhail Kurkov-me dijo Becky-Misha, ésta es mi amiga lady Parthenia Westland. Te he hablado en varias ocasiones de ella. 
-Nos conocemos-dijo Mikhail. 
                      Becky no pareció entender nada. Mikhail se inclinó para hacer una reverencia un tanto desenfadada, pero, al mismo tiempo, cortés. 
-Nos vimos hace unos días-le expliqué a Becky. 
                     Mikhail se enderezó. Al hacerlo, nuestras miradas se encontraron. Mikhail me sonrió con amabilidad. Noté cómo la sangre se agolpaba en mis mejillas. 
-No sabía que usted fuera el primo de Becky-le dije a Mikhail. 
-No tuvimos mucho tiempo para hablar-me recordó él. 
-Bueno...Salí a dar una vuelta sola. Y le vi. Está mal que una dama hable a solas con un caballero. 
-No soy un caballero. Soy un Príncipe. 
                     Me eché a reír. Entonces, recordé algo que no me gustó nada. Piers nunca me hace reír. La verdad es que apenas lo veo. 
                      Tomamos asiento en el sofá. 
-¿De dónde es usted, Alteza?-le pregunté a Mikhail. 
-Llámame Mikhail-respondió él-Soy natural de San Petersburgo. 
-¿Y qué está haciendo aquí? Perdone que sea tan curiosa. 
                      Becky se puso tensa. Noté cómo Mikhail también se ponía tenso. 
-He querido venir aquí a hacerle una visita a mi prima-me explicó-Casi nunca nos vemos. 
                      Traté de confiar en lo que me decía. El trato que Mikhail me dispensó fue muy amable. Yo diría que fue muy simpático conmigo. 
-Lady Parthenia va a casarse-le contó Becky. 
                    No me agrada hablar de mi compromiso con Piers. 
-¿Y cuándo se va a celebrar la boda?-inquirió Mikhail. 
-Cuando mi futuro marido se decida a regresar de Londres-contesté. 
-Misha también se va a casar-me explicó Becky-Su prometida es una joven de San Petersburgo. Se llama Eva. 
                      No me gustó nada escuchar aquello. Luego, me dije a mí misma que estaba pensando en tonterías. Acababa de conocer a Mikhail. A lo mejor, no volvía a verle. 
-¿Cuánto tiempo piensa pasar en Douglas?-inquirí, dirigiéndome a Mikhail. 
-Voy a pasar una temporada-contestó él. 
                       Me miraba de un modo que me resultó curioso. Parecía querer saberlo todo de mí. Tuve la sensación de que ya me conocía, a pesar de que apenas nos conocíamos. De hecho, acabábamos de ser presentados un rato antes. 
                      Permanecí un buen rato en casa de Becky. Estuvimos hablando durante un largo rato acerca de temas triviales. Le conté a Mikhail cómo había sido la temporada social en Londres. 
-No debe de distar mucho a cómo es la temporada social en San Petersburgo-apostilló con una sonrisa pícara. 
-Nunca he estado allí-dije-No sé cómo es. 
                      Mikhail me aseguró que estaría encantado de contarme cosas acerca de su ciudad natal. Le dije que eso tendría que ser otro día. Me puse de pie al tiempo que anunciaba que tenía que irme. Becky y Mikhail se pusieron de pie a la vez. 
-Vendré a verte otro día-le dije a Becky. 
-Estaría encantado de volver a verla, lady Parthenia-me aseguró Mikhail. 
-Lo mismo digo. 
                           Me despedí de ellos. Me fui. 
                          Pero pensé que quería volver a ver a Mikhail otra vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario